El higado de mi corazón
Bien bien bien, entre los placeres de cuarentena hay lo de tener más espacio y tiempo para cocinar -> fotografía -> escribir en el blog, y como hoy es un domingo de Pascua bastante inusual y nostálgico, voy a dar un paseo por memory lane y recordar a través de la comida una parte de mi vida de niña.
A ver, mi familia proviene de toda Italia, pero el vínculo más fuerte fuera de Roma siempre ha sido el tío de mi madre en Gubbio, una encantadora ciudad en el corazón de Umbría (que es el corazón de Italia). Imaginad a Umbría como Toscana pero con menos estadounidenses estropeando las bodegas :)
Si mis padres estaban alegres conduciendo hacia nuestra pequeña casa de vacaciones, yo tenía el miedo en los ojos, ya que simplemente odiaba estar allí. Ahora, con la sabiduría de la edad, me doy cuenta de que solo temía el aburrimiento, ya que no tenía amigos allí y, básicamente, nada que hacer, y que de hecho el pueblo es hermoso, la familia que teníamos allí era cálida y acogedora, la comida era increíble. ... ¡así que el problema era solo que era una niña molesta!
De todos modos, lo más destacado de la estancia fue siempre la comida donde mi tia abuela Regina y mi tío abuelo Pavilio. Muchos años y muchas comida, y siempre el mismo menú, pero no me quejo porque era simplemente delicioso. Hígado, pasta y pollo "al fricco" con la crescia, una especie de focaccia plana muy especial de esa zona, un alimento mágico hecho solo con dos ingredientes (agua y harina) pero que sabía a cielo cuando se usaba para recoger la salsa de pollo... ¡Todo estaba tan rico que la niña mimada hasta comia hígado! Quiero decir, cuando era niña solo comía pasta con tomate, patatas y carne (increíble, ¿eh?). Bueno, el hígado estaba increíble (también creo que nadie me dijo que era hígado, ni lo pregunté nunca). Recientemente le pregunté a mi madre por la receta y ya la he estado haciendo varias veces, y debo decir que los resultados son muy buenos y razonablemente auténticos.
Cada vez que como este pate', puedo sentir nuevamente el calor de esa casa, donde mi madre pasó una gran parte de su infancia, puedo escuchar a mi tia abuela riéndose y a mi tío abuelo contando historias de cómo logró nunca ir a la guerra y aún así obtener una pensión de por vida. Tengo una familia muy pequeña y de adulta, muchas veces me he encontrado echado de menos ese tipo de atmósfera, al que solo estuve expuesta durante nuestros cortos viajes a Umbría. Y por supuesto, ahora desearía que hubieran sido más largos y más frecuentes ...
PATE' DE HÍGADO AL ESTILO DE GUBBIO
300 gr de hígado de pollo
1 cebolla
1 rama de apio
1 zanahoria
2 hojas de laurel
medio vaso de vino blanco
2 anchoas en sal
4-5 piezas de encurtidos (como pepino, cebolla, zanahoria)
aceite EVO
Picar la cebolla, el apio y la zanahoria en trozos pequeños y freír en un poco de aceite. Agregar el hígado, subir el fuego hasta que el hígado cambie de color, luego agregar el vino y cuando se evapore el alcohol, bajar la llama, agregar laurel, cubrir y cocinar hasta que el hígado esté listo (~ 15 minutos). Dejar que se enfríe, agregar las anchoas, las verduras de vinagre, la sal y un poco de aceite EVO, sacar las hojas de laurel, mezclar y dejar reposar en la nevera durante la noche. Servir sobre pan tostado. ¡Disfrutar!
