Arzak, Karl Marx y linguine con galeras
Admito que la galera podría no ser el animal más hermoso que nada el mar Mediterráneo (se parece a una cucaracha más que a un camarón), pero su sabor, OMG su sabor!
Definitivamente no es aconsejable escribir este post días después de que cociné esta pasta, y justo en ese tiempo muerto entre el momento en el que mi estómago ha enviado la primera señal de descomfort y el momento en el que es socialmente aceptable comer. Y fijate que este segundo tiempo característico puede variar entre las 11:45 de Frankfurt y las 14:45 de Alicante. Una manera muy friki para decir que me muero de hambre y deseo mi cajita triste pero sana llena de zanahorias crudas, tomates cherry y champiñones, consecuencia de un fin de semana en el que me abandone' al culpable placer de comer la carne de cerdo en todas sus posibles formas y consistencias.
Esto me acuerda que habrá un antes y un después en este blog: este verano hay una reserva en mi nombre en Arzak en San Sebastián. Este Arzak.
Ahora, permíteme explicarte porqué alguien como yo, que cree en el decrecimiento feliz, pasa sus noches de Rodriguez viendo documentales sobre Anonymous y echa de menos los buenos tiempos cuando Karl Marx estaba vivo y luchaba con nosotros, se gastara' mitad del salario mensual promedio en una cena: bueno, soy una pecadora (esto siempre funciona para los católicos)
Fui a San Sebastián no hace mucho tiempo, y dada la increíble comida que he probado, y dada la cantidad obscena de restaurantes con estrellas Michelin, decidí que era un buen lugar para tener una comida de nivel. Luego, unos meses más tarde, estaba viendo otro documental (Señor de Netflix ruega por nosotros) y me quedé totalmente enamorada de este viejito feliz que iba de pintxos con un famoso chef japonés en los bares de San Sebastián, comiendo como si no hubiera un mañana y repitiendo que amaba la comida porque amaba la vida. Ese tio se llama Juan Mari Arzak, posee uno de los mejores restaurantes del planeta (el número 17, por la precisión), se le han dado tres estrellas Michelin, y pronto voy a conocerlo ;)
PASTA CON GALERAS Y PISTACHOS
~ 4 galeras cada uno
caldo de pescado
un puñado de pistachos
unos tomates
ajo
linguine (80-100 gr cada uno)
Pelar y cortar en dados los tomates, freir un par de dientes de ajo en una sartén con dos cucharadas de aceite y luego añadir los tomates. Después de unos minutos, sacar el ajo y añadir parte del caldo. Hervir las linguine hasta llegar a media coccion, añadirlas a la salsa de tomate y empezar a añadir caldo de pescado una cuchara a la vez. En una sartén caliente, freir las galeras durante unos 30 segundos y añadirlas a la pasta cuando esta este casi lista (1 minuto antes de apagar el fuego). Decorar con pistachos triturados. Enjoy!
